FRONTAL

El Tuning Barroco es ese rayo que ilumina los eventos, el condimento para que dejen de parecer un parking de una fábrica de VAG. La percepción de si es un buen día o sin embargo lluvioso, condiciona el ánimo de quien se asoma a la ventana para el resto del día, por ello pon un Ford Escort Sunrise con dosis de vitamina D nutriendo tu piel de Tuning barroco.

Éste proyecto alumbra con un trabajo descomunal artesano en cada rincón que observes, pero iniciemos por el techo, alisamiento integral para eliminación de vierte aguas. Deslizando la mirada por la luna delantera, nos topamos con los limpialunetas, con componentes en carbono, nada de vinilaje, además de la aportación sobre ellos de los proyectores de agua. En el capó implantado de la versión Rs2000 no tenían cabida, sus protuberancias tienen que estar solitarias sobre él. El trabajo en este componente no se podía quedar ahí, por ello se prolongó en chapa hasta conquistar la zona de calandra, pero las nuevas ópticas procedentes del Honda Civic versión especial con fondo negro, le obligaron a abrazarlas perimetralmente.

La defensa es la adaptación de una destinada a su heredero, el Ford Focus, cuya parte superior es muy Escort aún, portando los intermitentes de tulipa amarilla, así como los antinieblas circulares inmersos en un gran boca que abarca casi la totalidad, con subdivisiones internas para boca centrada y otras escuetas en flancos internos de ella. Como si fuera un lip añadido, labial emergente en su cota inferior que abraza perimetralmente, hasta llegar a los flancos donde hay un relieve vertical.

En el vano motor refuerzo ante la torsión en torretas con barra de Pdr. El motor recibió mejoras como rebaje culata, cambio de colectores, supresión de catalizador y acabar en silencioso también de Pdr. Tratamos de gestión caudales de postcombustión, pero antes hay que conceder flujo de aire limpio al corazón mecánico, ello a través del filtro de admisión directa JR Filter, con carcasa de carbono para enfriar, tras tomar el flujo directamente de apertura en defensa.

La artesanía que calienta el día poco a poco, ese deslumbrar mañanero sin condicionantes que nos hacen parecer imprescindibles, como el café que pasean algunos por la ciudad como si fuera un can. Aquí no se alza los brazos/puertas al cielo para despejarse, aquí se tira de artesanía como los detalles que porta el Sunrise en ellas. Retrovisores tipo obus destinados al Escort Cosworth íntregros realizados en carbono, así como las manetas del mismo modelo, brillante como un rayo al amanecer.  La supresión de repetición de intermitencia cede la ubicación a una entrada branquial vertical generosa, que se integra a la perfección al ensanche de 3 cm ejercido en aletas. Éstas se comunican entre sí por una talonera sobredimensionada fusionada a la carrocería, proveniente del Golf 3 modificada eliminando hendidura y orificio, comunicando ambas aletas. El paso de ruedas brilla el metálico tono pulido de las llantas Kosei en 17" e inmensa garganta, con gomas 205/40. Sus 5 palas estrelladas dejan entrever el sistema de frenado ranurado, con cubrepinzas de frenado rojo Brembo, además del separador de 2 cm en el eje trasero.

La suspensión Koni, la eterna tabla de rebaje de 3 cm el centro de gravedad, logra solvencia para no empezar el día con mal pié.

Para repostar tapón artesanal realizado por el propietario con detalles remachados.

Cuando ya ves pasar el amanecer, te calienta los rayos del Sol y aquí hay que arrimarse al que más calienta que es el Barroco. Para ello, te deslumbra si lo miras fijamente, no es para menos. Iniciamos por lo alto con el alerón tipo visera sin alzado. El limpialuneta trasero fué suprimido, para conceder todo el terreno sobre el portón para el ala inferior del mítico alerón del Cosworth, logrando un resultado descomunal, como si fuera un tipo M3 ciclado.

El portón sufrió artesanía por doquier, primera instancia alisamiento, para posterior implantación centralmente de la tercera luz de freno, procedente de un Renault Megane Coupé. Sus líneas se modificaron con la misma artesanía, con la que se implantó los pilotos traseros tipo Lexus de fondo negro del Citroën Xsara. El sistema de apertura fué suprimido ante tal trabajo realizado.

La defensa artesana tras la unificación del acople de Rieger de única y prolongada boca horizontal, donde asoma la cuádruple boca del escape ya mencionado Tdr. Un ejemplo de Tuning espectacular sin "u" invertida, se agradece la variedad ante la opción casi de serie en el Tuning.

El tono rojizo del amanecer conquistando la coscuridad, se traslada al habitáculo del Sunrise, con la triple combinación del rojo aplicado en pintura sobre: parte superior de paneles de puerta, consola central baja, plásticos de salpicadero y puertas, consola central baja, pilares, montantes , cuadro de instrumentación, guantera y salpicadero de copiloto. El rojo tapizado en tela de asiento de Sparco, se cubrió el techo, mientras en piel la funda de cambio y freno de mano, éste con inserción en carbono. El tono plateado lo aporta la inserción de aluminio grano de arroz en consola para portar doble manómetro, más en guarnecido izquierdo, también con un tercer medidor. Alfombrillas de grano de arroz a medida en el suelo, más los pedales y reposapiés de Ghirardi. Combinando ambos tonos, gris metálico y rojo en los tapizados de puerta y de los asientos con carácter de baquets pero con reposacabezas aparte, porque Sunrise es la versión Xr3i. La parte posterior en plástico fueron alisados para posterior pintado en rojo.

También luce el mencionado bitono, el volante Momo con una adaptación que necesita José para la conducción, que no le resta deportividad alguna.

En las plazas traseras se obró más artesanía, al adaptar los asientos del último modelo de Escort con reposacabezas y apoyabrazos, también tapizados en piel roja y plata. Para culminar el trabajo de artesanía, como no, esferas aerografiadas con tonos rojizos de bandera de carreras, realizadas por Fabián Design. Interruptor tipo aviación en flanco izquierdo del volante, en compañía del voltímetro necesario.