FRONTAL

Los animales que nos acompañan a día de hoy, desde los primeros días de presencia animal sobre el planeta, son quienes su diseño genético fue acertado desde los inicios, con ligeras evoluciones para lograr la supervivencia. Este Seat 600 Alacrán, ante el giro radical que ha sufrido el automovilismo en las últimas décadas, no se ha conformado con subsistir como clásico, siendo el Tuning su herramienta rejuvenecedora.

Su faz se asemeja al otro 600 que os mostramos anteriormente y es que sus destinos siempre fueron de la mano. 

La sustitución de la mirada era primordial si quería rejuvenecer, cirugía artesanal obligatoria para el octópodo motorizado. Las ópticas escogidas fueron las procedentes del catálogo de Opel Corsa, y que más de la época actual que la versión Daylight de fondo cromado. Toda la superficie aledaña sufrió el decoro que concede la artesanía, incluidas las aletas, con intenciones de conceder look desenfadado y moderno acoplando componentes, más aún que la nueva versión a la venta en concesionarios. Con apertura longitudinal simulando si el Alacrán tuviera boca y su barbilla fuera el lip creado en chapa, en la prolongación vertical donde ha desaparecido la defensa metálica y sus anclajes, alisamiento para eliminar "patas de gallo".

En lo alto el reflejo cromado eliminado de la defensa, lo porta ahora los limpia lunetas, y como Alacrán que es, luce capó negro como banda sobre la base amarilla.

El alacrán animal su fisonomía siempre fué musculosa, tal vez su percepción se acrecenta por su composición de comunicación de falanges consecutivas. Nuestra versión sobre ruedas, recurrió de nuevo a la cirugía artesana. Las aletas recibieron 5 cm de ensanche, curvadas líneas en parte anterior, u otras más horizontales en posterior, pero acertada composición que se comunica entre sí por la talonera de fibra artesanal sobredimensionada, y ante todo por la aplicación del estilo monoblock. Las curvas del alacrán animal tampoco sufren interrupción alguna por muy marcadas que sean.

Los espejos retrovisores cromados portados son los procedentes del BMW E36 M3, compartiendo brillo presencial con las llantas adoptadas del Mini Clásico de 13", con gomas 175/60, medidas muy generosas para este pequeño utilitario con carácter. La suspensión no puede quedarse eternamente en parámetros de serie, y si ocho patas conceden tracción, que mejor una suspensión Selex regulable, con muelles cortos que rebajan el centro de gravedad en 3 cm.

Decenas de años después de su creación en Seat, tuners tienen que homologar suprimir puertas y plazas traseras para poder lucir "puertas suicidas", siendo el Alacrán poseedores de esa peculiaridad de manera innata.

Vinilo negro tipo Abarth desde aleta trasera hasta la totalidad de la puerta, pero sustituida la palabra Abarth por los nombres de los propietarios. 

El alacrán tiene dos características reconocibles, sus pinzas y su aguijón, composición que te hace temer por tu bienestar, una en cada extremo de su anatomía. Nuestro Alacrán aúna todo en su bella zaga, sus aletas fueron modificadas artesanalmente y ampliadas por el ensanche, donde se hallan los actuales pilotos del Seat Córdoba, modificados estos y sin tulipa.

Cuando alza en portón alisado, como si de su telsón y aguijón se tratasen, descubrimos las pinzas Abarth, que te agarran y mantienen observando su vano motor. En él se inocula el veneno paralizante del swap realizado. Se ha dotado de un corazón Abarth de 1050 c.c. de 74 c.v., insignificante para algunos, descomunal para la relación potencia/peso y de sonido desgarrador de su escape Omp.

La carrocería no se conformaba con ello para asemejarse a la cola mortal del Alacrán, se alargó ganando voladizo y dando oportunidad para crear cajeado donde ubicar la matrícula.

En semejanza con el frontal se alargó verticalmente la carrocería con artesanía y se quedó desprovisto de paragolpes, pero si una hendidura en el margen izquierdo para que asome el escape.

El habitáculo de un vehículo perpetuado en el tiempo no se busca florituras estéticas, pero si la practicidad evolutiva para el disfrute de ésta inesperada bala. 

Ello no conlleva que no se haya trabajado arduamente en él. La modernización conlleva tesón y artesanía, como el implantar salpicadero ajeno tapizado en piel negra, así como las puertas y paneles traseros fueron tapizados en el mismo material y color, mientras los asientos procedentes de un coche de conducción sin carnet, al mencionado tapizado se le suma bordado amarillo.

La implantación de obviedades modernas no cesaron, como consola central antes inexistente, así como elevalunas eléctricos en ventanas de puertas, la evolución necesaria.

Es el Alacrán con corazón Abarth, en el habitáculo no puede faltar la aportación deportiva. 

Volante Momo Gtr2 de núcleo piel negra más aluminio y aro achatado negro. De Momo y aluminio y negro también es el pomo, con funda de cambio piel negra y cerquillo en su base cromado, luciendo este brillo reflectivo metálico los tiradores de puerta sustituidos y los aros del cuadro de instrumentación. 

Los pedales son Wrc y la radio CD inexistente en sus inicios JVC de 1 din.

  EL TUNING ES BELLEZA