FRONTAL

Un superdeportivo tiene ese poder arraigado, de imponerte tu primera pregunta a uno mismo al alcanzar tu campo de visión. ¿Qué motor tendrá, cuantos c.v.?, pero ante ésta bestia made in USA, es sustituida por: ¿qué coche es esta bestia imponente?, frase comúnmente usada ante un proyecto barroco, pero ligada de inmediato con un: "!madre mía qué inmenso!".

Su faz es abrumadora, las ópticas impuestas artesanalmente del Nissan 350z, le confieren esa juventud que ya no posee, es un viejo rockero USA Dodge Stealth. El capó fué alargado y adaptado a las nuevas líneas, cual lifting tras retoque facial, siendo las aletas también afectadas, a través de quien llega la amplitud extrema. Los superdeportivos poseen esa estética de morro de cuña, siendo sus defensas de escasa altura y siempre anchas sus bases, superlativa la sensación cuando le alcanza un generoso ensanche como en éste caso, siendo de confección artesanal.

Su corazón es poderoso, potencia de antaño, mecánica v6 de 3000 c.c. 24v, con 225 c.v. potenciados hasta 300 c.v. Respiración mejorada con el filtro de admisión twister de K&N, siendo la evacuación de gases también agilizado, con la sustitución de los colectores.

Admirar su corazón es más placentero, al ser pintados tapas del motor en rojo.

¿Qué sucede al implantar líneas similares a sus homónimos europeos de misma generación, en base americana de aire nipón?, pues un auténtico American Warrior. Sus aletas recibieron dosis metálica, siendo de líneas rectas en aletas delanteras, con descendencia hacia la defensa, alcanzando con sus 12 centímetros extra por lateral, los 204’5 cm totales de anchura. En su cercanía a la puerta, el ensanche delantero posee corte transversal curvado y enrejillado, mientras el trasero, al estilo del Ferrari f-40 cual réplica sus formas, alcanza longitudinalmente a ras de ventanilla la puerta en gran proporción. Ello es con cierta curvatura, en concordancia con la talonera artesanal en chapa unificada, ya que la carrocería es semimonoblock, con la excepción de la defensa delantera.

En los pasos de rueda, habitan la suspensión Kw que rebaja la altura en 8 cm, en compañía del sistema de frenado de disco perforado Brembo, con cubrepinzas pintado rojo y las llantas blancas Brock de 17″, con gomas 245/40 en eje anterior y 275/40 en el posterior.

La zaga es siempre uno de los mayores atractivos de un superdeportivo, la visión de Dodge de ello en los 90, concedía facilidad a la hora de potenciarlo en las formas tuner. Las ópticas de serie monocromáticas rojas a excepción de marcha atrás, son idóneas para comandar esta trasera imponente. El American Warrior es amplísimo, de corte recto en sus flancos, la defensa inicial se adentra en sus extremos cual cuevas habite cómo monstruo de las carreteras. Acrecentada sensación con la aportación del alerón de extrema ala, que porta en lo alto del portón. La defensa es específica, recibiendo dosis de artesanía, para recibir las intermitencias del Nissan 350z, la llegada del ensanche que le hace infinito en anchura y acrecentado en su verticalidad. Su fisonomía porta doble "u" invertida, donde hacen presencia, el cuádruple escape separado en parejas original, embellecido con colas.

El habitáculo del superdeportivo americano dista mucho del europeo italiano, es práctico con aroma "yanki", distando del concepto alemán.

El bitono negro y blanco se apodera del interior, siendo blancas las esferas BCM, pintado en blanco cuadro de instrumentación y plásticos de puerta. Tapizado en piel símil avestruz blanco : parte inferior consola central baja, funda del cambio, panel central de puertas y los baquets OPM, tapizados alternando con piel blanca y arneses rojos Sabelt. Las plazas traseras combinan piel roja y blanca, el suelo es tapizado en tela roja y la funda del freno de mano wrc en piel blanca.

El repertorio de accesorios lo componen : volante Isotta Urban Glow, de núcleo cromado y aro negro, pomo aluminio WRC, freno de mano piel blanca y aluminio WRC, pedales rojos type-r y el reposapies de aluminio.

  EL TUNING ES BELLEZA