FRONTAL
El pequeño deportivo japonés se le concedió una faz atemporal, impresionante su presencia, descendido para aleccionar que es Tuning, a aquel que ose denigrarlo, mostrándole el camino para lograr ser arte.
Como todo gran proyecto se inició el arduo camino por la sustitución de las ópticas, estas provienen del Seat Altea, en su opción dayligth de fondo negro. La artesanía logró conceder líneas maestras en la adaptación de las ópticas, la obligación de acompasar las aletas y de manera extrema al capó, logrando una extensión del voladizo extra, concediendo ese "look" a superdeportivo de caída extrema en su frontal, agudizado por la defensa escogida para que la artesanía logre encajarla perfectamente. Tratamos de una defensa Veil Side específica para Toyota Celica, cuya estrechez de altura, sumado a la amplitud extrema llegada desde las aletas y el ensanche portado, logre una belleza oriental impresionante.
LATERAL
La estampa de Celestial es ejemplar de como evolucionar hasta tocar el cielo. Su alisada fisonomía logrando eliminar todo elemento superfluo innecesario, se acrecenta ante la mirada de sus admiradores, gracias al estilo monoblock que porta, a excepción de la defensa delantera, sin suspensión neumática hay voladizos insostenibles en ello. Las aletas recibieron orfebrería, recibimiento de dosis de fibra hasta lograr 15 cm de locura por lateral, homologación difícil en estos tiempos, pero no imposible, ahí lo dejo posar. La talonera específica para Toyota Celica del mismo kit, fué adaptada concediendo cierto sobredimensionado, para conjunción idónea con sus acompañantes.
En los pasos de rueda, la inmensidad de garganta de llanta escogida tipo drift en 20″, ahí es nada, aún calzando 255/30 de goma, es necesario la composición de un separador doble de suma total 12 cm, para posicionarlas a ras de carrocería.
La suspensión se recurrió a viejos conocidos a falta de suspensión neumática, amortiguador Koni con muelle Cobra, rebajando con extrema dureza 3 cm.
Para el repostaje, tapón universal tipo aviación Sparco, con hendidura en carrocería para tal menester. Los retrovisores fueron sustituidos por los procedentes del VW Golf.
TRASERA
La zaga difiere de su afamado hermano, Celestial optó por las ópticas de un hermano de fábrica, en vez de la opción italiana, adaptando artesanalmente la composición entera en modo lexus ahumado, de los pilotos traseros del Mazda Rx7, en compañía del cristal vertical como luna trasera, artesanía en el Tuning es vida. El portón se encontró en la tesitura de modificarse para cerrar el círculo de belleza, con la consiguiente eliminación del sistema apertura inicial.
La defensa también es perteneciente al acertado kit Veil Side, bordando el camino a mostrar a esas razas/estilos, hasta regresar a lo que es Tuning puro y duro. Genera un remarcado vértice, en semejanza a la defensa delantera, concede un voladizo extra que hace crecer la longitud considerablemente. La aportación en líneas ininterrumpidas gracias al monoblock, del ensanche inmenso llegado a formar parte de la zaga, en su vértice inferior ascendente hasta lograr alcanzar la "u" invertida en negro, con deflectores verticales. Centrado en mitad de la defensa, ésta vez si lo importa del estilo italiano, marcha atrás y antiniebla procedente del grupo Fiat.
INTERIOR
El habitáculo de reducidas dimensiones, porta el toque siempre distintivo que otorga Recaro, teniendo presentes dos magníficos baquets tapizados en piel roja y negra, en semejanza a las plazas traseras de misma confección. El pomo fué sustituido con funda en piel negra, así como los pedales.
EL TUNING ES BELLEZA