FRONTAL

Empecemos a decribir el conejito Tuning Playboy por su cara, hallando la defensa mítica Erebuni, complementada con labial, el cual le concede además de mayor volumen en parte inferior, un plus en la anchura de la defensa. Muestra logotipo personificado, como no, haciendo referencia al placer de lo caro, sinónimo de Playboy, placer y lujo, formándolo símbolo de dólar dorado sobre fondo de plata y piedras de Swarovski.

En la parte superior del capó, coincidiendo con el intercooler en el vano motor, apertura con una entrada vertical, tipo Subaru.

Para aguantar tal derroche energético, doble alternador en compartimento motor, dando repostaje a la batería de gel Kipus BK-1250, sin olvidar que allí se ubica también el filtro de admisión directa.

Observamos la eliminación de repetición de intermitencia, y en dicha aleta delantera, sin conllevar a mayor anchura, se continuó línea artesanalmente del paso de rueda concediendo en fibra apertura vertical en flanco de aleta, en cercanía a la puerta.

La preparación tiene la limpieza del monoblock, a excepción de la parte delantera, una opción muy habitual últimamente ya sea por la implantación de las LSD en vehículos que ya llevasen la unión sin fisuras y/o necesidad de reparación mecánica y subida a grúas más fácil, siendo efectivo en la fusión de la talonera Flash específica con gran apertura en el lateral, lo cual motivó un ensanche disimulado al ser toda la aleta trasera de 5 cm por lado, misma medida que el separador en eje trasero que empujan al exterior, cubriendo huecos resultante de los dorados multirradios en parejas, como aro pulido, de las llantas Butzi en 18″, bajando la altura del conejito playboy cual descalza conejita de sus tacones, la suspensión Cobra, rebajando el centro de gravedad en 3 cm, dicha pin up de playboy alza sus brazos, cual bailase a ras de piscina de la mítica mansión, cuando eleva sus puertas con el sistema LSD de Racing Sport.

Llegamos a la zaga, sobre una base japonesa no podía faltar el alerón espectacular de carbono, de mano de Racing Sport, en lo alto del portón, luciendo éste de nuevo misma insignia del símbolo del dólar que luce en el frontal en concordancia con la purpurina que destella sobre la base rosa y gris oscuro que adorna el exterior, la defensa de carácter import, de rejilla dorada horizontal, en perpendicular con las verticales trazas de los deflectores verticales que porta.

Está íntegramente dedicado al conejito de Hugh, tapizado en piel rosa: el salpicadero, asientos, techo, montantes de puerta, y en las puertas y laterales posteriores alternando con infinidad de piedras Swarovski.

De Playboy tenemos multitud de pegatinas, lazos, carteles, además del pomo, pedales y freno de mano, como no podía ser de otra forma, sumándole al convertido el habitáculo en biplaza para dar cabida al equipo de música.