FRONTAL

La mirada del lobo blanco es agresiva por instinto, siendo unas ópticas específicas daylight bixenón de fondo cromado, acentuado por el ceño fruncido de tensión ofensiva, concedido por el alargamiento de capó en chapa ejerciendo "bad boy". Mirada directa penetrante reflejando el brillo del satélite terrestre como luz en la oscuridad más espesa, las luces antiniebla de led implantadas en las bocas laterales, de la defensa en plástico ABS adaptado de la versión Golf 6 R, con la calandra del mismo modelo incorporada.

Bajo la piel del capó, la mecánica 1.9 TDI de 105 cv fué acrecentada mediante reprogramación a 135 cv, la fortaleza personal aumenta el nivel de la manada, siendo embellecidos los plásticos del vano motor en carbono, resaltando el rojo de la batería de gel Optima Redtop.

El lomo del lobo blanco fué esculpido por las manos de su compañero más allegado de manada, Felipe. Es quien lo conduce, el lobo nunca tiene dueño, es salvaje, alisando la carrocería mediante la eliminación de molduras, alzándose a la luz de la luna llena, las puertas con bisagras de apertura vertical LSDoors. Erizándose cual lobo en posición de ataque, muestra la pintura tricapa blanca con metalizado de colores, mientras el reflejo de luna delimita y remarca las acentuadas líneas ensanchadas en chapa sobre las aletas 3 cm, siendo la continuidad de los vértices marcados por genética, potenciándolos hasta dar la sensación de bestia de carretera, continuando sus líneas mediante la unificación con las traseras, las taloneras específicas en plástico ABS de RDX.

En los pasos de rueda, las patas cromadas del cánido salvaje, las bellísimas llantas RS calzadas con gomas 225/35/19″, empujadas a ras de su fisonomía por los separadores de 2 cm, en compañía del sistema de frenado embellecido con pintura azul y agilizada por la suspensión neumática Nas Sport de acción independiente, con dos compresores Viair, accionado mediante la app vía smartphone disponible por su fabricante madrileño, con 3 posiciones de conducción, pliega al suelo su cuerpo para el descanso.

La zaga es fina y contundente, siendo en sus flancos embellecida por los pilotos específicos ahumados de led, con diseño luminario símil a Car DNA. Es centralmente acompañado por el portón alisado mediante un añadido para tal menester, extendiéndose mas allá de su posición original, alineándose con la curvatura del resto de la zaga, en vez de respetar el cajeado de serie, cual rabo de lobo entre las patas traseras portara, alcanzando la defensa específica modificada Orciari y eliminado el sistema de apertura manual del portón.

El interior es la sobriedad germana aderezada con toques coloristas como las piezas plásticas de salpicadero y paneles de puerta en blanco, como mismo color porta la funda del kit Urban Glow de Isotta, con su inconfundible pomo y freno de mano cromado con piedras Swarovski, el cromado de los cubre cinturones Race Sport, como el brillo de los pedales de la versión GTI del Golf 5. Mismo donante cedió sus asientos deportivos, siendo la versión más moderna del GTI en el Golf 6, el donante del volante con sus componentes plásticos en blanco.

El control de la presión en la suspensión neumática, visionando sus 2 manómetros digitales encastrados en consola central en la cercanía del freno de mano, su brillo azul se refleja en el techo tapizado en alcántara negro, con dibujos y relieves, con bordados blancos, siendo decorados también en hidroimpresión carbono: asideros, plafones de luz y ajustes cinturones en pilares laterales.

El lobo blanco fué convertido a biplaza, cediendo dicho espacio al car audio, tapizando dicha zona en piel blanca en combinación con el alcántara negro.

  EL TUNING ES BELLEZA